Algunos de los fenómenos nunca antes vistos en la historia de la humanidad están sucediendo hoy, gracias a la rápida expansión de la conectividad. Espíritu emprendedor móvil, la ruptura de las relaciones corporativas tradicionales, las nuevas capacidades y habilidades que los profesionales deben adquirir, la brecha existente entre los que acceden a Internet y los que no lo hacen, ponen a los estudiantes frente a presiones inesperadas pero también ante oportunidades inimaginables.

Esta claro que el uso de la tecnología es ahora clave para todo aquellos  que desean unirse a la fuerza laboral del siglo XXI.  Tyler Cowen, economista norteamericano y catedrático en la universidad George Mason, sostiene que los trabajadores ahora serán clasificados en dos categorías: Los que son buenos para trabajar con maquinas inteligentes y lo que no. ¿Tus habilidades personales se complementan con las habilidades de la computadora? ¿El equipo funcionaría mejor sin ti?

SONORA LANZA PROYECTO DE CÓMPUTO EDUCATIVO

En un mundo donde más del 70% de los puestos de trabajo requieren algún tipo de tecnología, en donde la economía globalizada y las  sociedades del conocimiento se expanden rápidamente, demandan que los estudiantes de todas las edades desarrollen habilidades para trabajar con máquinas. Surgen entonces las siguientes interrogantes:

¿Las nuevas tecnologías están afectando la forma en que las escuelas educan para la vida y el trabajo?

¿La tecnología esta teniendo impacto positivo en la calidad y oportunidades de acceso?

Un informe reciente dado a conocer por OCDE -PISA, revela que no se encontraron evidencias suficientes para afirmar que el uso de las TIC haya provocado en los estudiantes una mejoría en las habilidades de comprensión lectora, matemáticas y ciencias en aquellos países que han realizado fuertes inversiones en el rubro de las tecnologías de la información y la comunicación para la educación.

En 2012, la OCDE encontró que el 96% de los estudiantes de 15 años de edad, de los países miembros, tienen una computadora en casa, pero solo el 72% informó que usan, ya sea una computadora de escritorio, laptop o tablet en la escuela. Por otra parte, solo el 42% de los estudiantes de Corea del Sur y el 38% de los estudiantes en China informaron que utilizan computadoras en la escuela y ambos países se encuentran en el top del ranking de desempeño respecto a la lectura digital y evaluaciones de matemáticas según reportan las evaluaciones PISA.

Lo que estos informes revelan claramente es que las conexiones entre la computadora, los estudiantes y los aprendizajes no son tan simples ni están interconectados. Tampoco se ha demostrado si la contribución real de la tecnología al proceso educativo es o no significativo. Según el informe PISA, en países como Singapur, Japón y Estados Unidos los estudiantes tuvieron mejor desempeño en la lectura de textos digitales que sus contrapartes, a pesar de que sus resultados en lectura de textos impresos fueron similares. De la misma forma, en Hungría, Rusia y Colombia, los estudiantes tuvieron un bajo desempeño en la evaluación de lectura digital, debido a que estos ciudadanos tienen un acceso limitado a computadoras en la escuela.

En aquellos países con economías desarrolladas, a mayor cantidad de recursos TIC disponibles para los estudiantes, provoca una correlación positiva con el rendimiento académico. Pero esta correlación positiva se debilita considerablemente una vez que se modifica el nivel de disponibilidad debido al ingreso per capita entre países/economías, y se convierte en negativa. Una conclusión es que estos recursos no se utilizan «de manera inteligente» para la mejoría de los aprendizajes.

Otra posibilidad es que los recursos que se han invertido en equipar a las escuelas con la tecnología digital podrían haber tenido efectos positivos en aprendizajes que no tienen relación alguna con la transición que el mercado laboral esta sufriendo, que demanda habilidades que no se miden con exámenes en donde los estudiantes memorizan para recordar cosas. Tampoco se puede esperar que al equipar las escuelas con la ultima tecnología educativa, de manera automática la calidad educativa mejorará. Se requieren fuertes inversiones en actualización/profesionalización docente, transformar el curriculum (que esta obsoleto y no responde a las necesidades de los sectores productivos) y por supuesto, cambiar la forma en que se evalúan las habilidades y competencias adquiridas por los estudiantes. Todo lo anterior, complementado con una inversión inteligente en tecnología. (primero la conectividad, luego el hardware, luego el software y finalmente el firmware)

Los resultados de las pruebas PISA muestran que una vez que la llamada «primera brecha digital» (acceso a computadoras-Internet) esta cerrada, la diferencia restante entre los grupos socio-económicos en la capacidad de utilizar las herramientas TIC para el aprendizaje se explica en gran medida por el diferencia observada en la forma en que estas son integradas al curriculum, en la mayoria de los casos, de forma «no inteligente», pues a los alumnos solo se les enseñan habilidades ofimáticas, en la mayoría de los casos.

Andreas Schleicher, director de educación y habilidades de la OCDE, quien elabora el informe PISA, lo resumió bien: «Las contribuciones que las TIC pueden aportar a la enseñanza y el aprendizaje aún no se han explotado plenamente. Pero mientras las computadoras y el Internet tienen un papel central en nuestras vidas personales y profesionales, los estudiantes que no han adquirido las competencias básicas en lectura, escritura y navegación a través de un paisaje digital se encontrarán peligrosamente desconectados de la vida económica, social y cultural del mundo que esta fuera del cerco de la escuela».

Referencias:

OCDE (2015). Students, Computers and Learning.

 http://www.oecd.org/edu/students-computers-and-learning-9789264239555-en.htm

Sanchez, G. (2015). Why do we need technology in schools?

http://www.educacionfutura.org/why-do-we-need-technology-in-schools-if-it-doesnt-improve-quality/